La Urología Pediátrica es una rama de la medicina formada por médicos provenientes de la especialidad Urología General, quienes al completar su especialidad deben continuar sus estudios dos años más para acreditarse como “Urólogos Pediatras”.
Su campo de ejercicio son las enfermedades que afectan a los riñones y las vías de eliminación como la pelvis renal, uréteres, vejiga, uretra y genitales, tanto masculinos como femeninos.
Algunas enfermedades son congénitas (se nace con ellas), mientras que otras son adquiridas durante el crecimiento.
Las malformaciones congénitas se pueden asociar, para ello se debe tener la formación profesional y ética necesaria para definir el momento de constituir los equipos precisos y resolver los compromisos de los otros sistemas, por ejemplo: sistema cardiovascular, genital, neurológico, digestivo, entre otros. Como los compromisos mencionados afectan a los órganos y sistemas, tanto en lo anatómico como en lo funcional, hacia allí se deberá orientar la terapia.
Si su hijo o hija tiene una enfermedad o condición de los genitales o del aparato urinario (riñones, ureter, uretra y vejiga), un urólogo pediatra tiene la experiencia y la capacitación para tratarlo.